sábado, 17 de septiembre de 2011

MILETO

Tales de Mileto
Por Epifanio Padilla Ramírez

Al pensar en Mileto, ahora que de esta región voy a hablar, estoy sensible hasta mi corazón, pues esta región de Asia que hace algún tiempo visitó el Papa Benedicto XVI y casualmente unas cartas de un sacerdote, han hecho que yo sienta inquietud, pues desde Turquía nos escribio.
Sin duda que si Tales, Anaxímenes y Anaximandro allí vivieron, ahora vivió y revivió otro sabio teólogo-filósofo, el Papa; debe ser hermoso pasear por aquellas tierras, pienso que debe imbuirse esplendorosamente en la filosofía que ha enraizado duro por allí. Por lo tanto intentaré hablar de algunas luces que alumbran y perfuman esa ciudad cual faros trascendentes, por eso quiero aprender de tus cátedras y catedráticos, Mileto!!!
Fenómenos: grandes cosas sucedieron desde la colonización desde lo asiático u occidental, esas invasiones eclectizaron ideas y forjaron costumbres y enseñanza. Es toda una odisea, esa sucesión de cosas, y más cultura y enseñanza...-Me acorde un poco que se enseñaba antes el Trivium y el Quadrivium-; o tú con tu "Cícero" en la cara, pero con bastante pensamiento, o qué, "todo esto fue cocer una cenefa griega a las orillas bárbaras!", ¡O Mileto! Salve patria de la ciencia, sabiduría y filosofía...eres universal.
¿De qué nos hablas y enseñas, Tales, dinos? De algo que hubo en tu pueblo de donde fuiste ¡oriundo!
El Monismo axiomático: forma de pensamiento tuya, que se universalizó en el pensamiento presocrático, de modo que nos lleva a algo más, la Metafísica Axiomática, el arjé de las cosas, el axioma o principio, para enseñarnos que el todo en la generalidad se aplica a las partes del todo, -naturaleza del hombre, la sociedad...-
Dime algo Tales, y sobre más de Mileto: ¿Acaso el racionalismo estricto?: Nos lo enseñaste, "todas las cosas se reducen a una unidad". También a ti te enseño Hesiodo y el Orfismo: y ... "sobre el huevo primordial" De modo que podemos hablar de la lucha del Logos contra el Mito. Tales, tus hermanos piensan miticamente pero conflictúan y rompen con el Mito. Son racionales y filósofos, distinto a lo que nos da la sabiduría mítica, que organiza la materia existente e implica al sujeto operatorio (dinamis).
Algo tendría que aprender Sócrates, Platón y Aristóteles...!
El monismo es una característica que los milesios comparten con el relato mítico, la racionalidad en sentido estricto característica que permite la discriminación de la ciencia y la filosofía del pensamiento mítico, esta es tu distinción Mileto...Por lo mismo la phisys es un proceso de nacimiento y crecimiento y la búsqueda del primer principio que implican manifestaciones o transformaciones... unidad de transformaciones mutuas.
Conclusión: Así pues, ahora me aventuro, como decía el Beato Juan Pablo II: -en un pleno- ¡DUC IN ALTUM!; por ese gran mar, no se refería a éste sino en general, pero yo si me refiero al Mar Mediterráneo, de lo cual esos pueblos que han alumbrado su extensión e inmensidad, y que algunos de ustedes pueblos sabios y luchones llamaron "MARAE NOSTRUM", si me he bañado en su sabiduría... como a ti Mileto te baña la sabiduría, y ese grandioso mar.

sábado, 3 de septiembre de 2011

LA PRESENCIA DE DIOS

LA PRESENCIA DE DIOS
Por Rodolfo Ruíz Silva
Pensar o hablar sobre el espíritu, sobre lo imaginario, sobre el devenir, es estar sin apoyo físico, es flotar en el éter, es tener impaciencia, es tener ansiedad porque eshablar sobre lo desconocido y lo humanamente imposible.
Aún así trataré sobre algo del espíritu, sobre lo etéreo y para hacerlo necesito fe. La tengo.
Era yo muy niño, aún ni hacía la primera comunión. No recuerdo la razón por la cual me encontraba
muy cerca del altar de la iglesia. Mi lugar estaba comunmente en la parte trasera y alta de la parroquia de Salvatierra, Gto. En el coro. El sacerdote daba la comunión. Yo veía como los fieles abrían la boca para recibir Algo que deseaban, algo que necesitaban. Ese alimento era redondo, lo ví carnoso, lleno de jugo, lleno de vida. Había una corta distancia y yo quería pedirlo, pero ¡no había hecho mi primera comunión!
Pasaron los años, fueron muchos y por motivos de trabajo, tenía que visitar las ciudades de los estados de Guanajuato y Querétaro. Lo que sigue sucedió en San Miguel Allende en donde los lugares de estacionamiento escasean por lo que hay que pagar. Dí una vuelta a la manzana e hice algo inusual, tan inusual que me sorprendí de la idea. Nunca hablo contigo, ángel de mi guarda, nunca te he tomado en cuenta, pero se que estas ahí, a mi lado; sé que mucho me has ayudado, me has salvado de muchas desgracias, me has ayudado en mi trabajo, conmigo has cargado mis miserias y no te he tomado en cuenta ni te he agradecido. Ayúdame otra vez. Voy a dar otra vuelta a la manzana y aquí, en este lugar, necesito estacionarme. Di otra vuelta a la manzana y mi lugar estaba allí; este hecho se repitió en otras ciudades.
Pasaron otra vez los años, ahora no fueron muchos. A un kilómetro de mi casa está una tiendota de nombre extranjero; camino el kilómetro para ir a comprar el pan, en ocaciones necesito en bastón. Siempre volteo hacia el poniente y veo una montaña, es el cerro del Culiacán, vigía inseparable de Salvatierra, Gto., me lleno de gusto y sigo mi camino. En uno de esos dias tuve una sensación superespecial. Nada tuvieron qué ver mis tentidos corporales, por lo tanto, así lo pienso, fué una sensación por encima de la naturaleza humana y sin embargo me pareció mu natural.
Sentí que todo el espacio que me rodeaba hasta donde alcanzan mis ojos estaba lleno de algo que no podía tocar, pero allí estaba, no pude verlo, no pude oirlo, era imposible olerlo, pero todo lo rodeaba, todo lo penetraba, todo lo poseía.
Si es presunción y gloria vana el decirlo, les ofrezco disculpas, pero lo diré de todos modos:
Sentí la presencia de Dios.
O, ¿tú que dices?