viernes, 18 de noviembre de 2011

LAS RELIQUIAS

Por Iñaki López R.
Multitud de discusiones se han hecho a aquellos objetos que fueron parte del cuerpo, o el cuerpo mismo, de un Santo o de un héroe civil, de algún objeto perteneciente a estos, lo mismo que aquellas piezas, como joyas o monumentos, tanto que les pertenecieron, como que de alguna manera están vinculados a ellos, son los que desde tiempo inmemorial se consideran reliquias.
La diferencia entre las reliquias religiosas y civiles, sus características, los grados de calificación que se les da; como han incurrido los excesos con las reliquias de cualquier clase, la distinción entre las verdaderas y las falsas, su comercio, es lo que se presenta en este trabajo.
Como ha habido en todos los campos, las auténticas y las falsificaciones, que criterios se tienen para determinar su origen y calificación.
Las reliquias religiosas que detenta la Iglesia Católica son minuciosamente vigiladas a fin de evitar el exceso, las desviaciones de culto, el comercio de simonía, y sobre todo la falsificación.
Estas reliquias en especial las de las Iglesias Católica y Ortodoxa, son estudiadas y calificadas por un celosos tribunal del Vaticano o por el Santo Sínodo (en la Iglesia Ortodoxa), de suerte tal que son las más auténticas, a la vez que se determina su grado, según su origen.
Las reliquias más conocidas son el Lignum Crucis o de la Santa Cruz, la Sagrada Sindone o Sabana Santa, la Santa Escala entre otras, de estas se hace un resumen en este trabajo que sirve para acrecentar el acervo de todo aquel interesado en estos Objetos Sacros.
El caso de las reliquias religiosas fantásticas que dan lugar a leyendas, tales como el Santo Grial, el pelo de la barba de Mahoma, el Manto Sagrado, la ropa del Niño Fidencio, que logró engañar hasta al presidente de la República de su tiempo, etc.; como en el campo civil la pierna de madera del Gral. Antonio López de Santana, muchas momias de los faraones egipcios, la espada de Excalibur con su correspondiente etc. que abruma de tal manera que causa un enredo para la búsqueda de las auténticas.
Así que con esta pequeña aportación cultural, dispongámonos a recibir y defender (como buenos pastores), la llegada de las reliquias del Beato Juan Pablo II a la ciudad de Celaya, Gto., México, el próximo domingo 11 de diciembre del 2011, probablemente expuestas en el templo de San Francisco.
Ahora que si le interesa toda la conferencia sobre reliquias con mucho gusto le obsequiamos una fotocopia si se dirige al correo afsanchezh@hotmail.com

viernes, 4 de noviembre de 2011

¿Sexto viaje del Beato Juan Pablo II a México?

Bajo el amparo de nuestros Estatutos,
¡hagámos Iglesia!


La avenida de los Insurgentes en la capital de la República Mexicana, el Distrito Federal, un día se engalano con la presencia de Papa Juan  Pablo II.
Desde el Viaducto hasta la colonia San José Insurgentes iba recibiendo a la gente que desde muy temprano fué formando el tumulto que deseaba conocer a un Papa que hábía decidido salir de su claustro tradicional del Vaticano.
Vino para inaugurar una conferencia de obispos.
En parejas y en pequeños grupos se fué formando una aglomeración distribuida a lo largo de varios kilómetros.
La invitación insistente y firme de una esposa puede hacer que se abandone el descanso y se venza la renuncia de formar parte de una conglomeración. Desde la colonía Las Aguilas bajamos por las calles de Cóndor y Fujiyama y siguiendo por la calle Barranca del Muerto, llegamos a la esquina con la avenida Insurgentes. La espera fué larga, tediosa, calurosa, el dolor de las piernas crecía y los minutos tenían flojera. Empezó a crecer el ruido de una avalancha, las columnas de gente distribuida en ambas aceras que había mantenido la espera con un orden ejemplar, empezo elevar la voz y el murmullo fué tomando las diferentes formas de sorpresa, alegría y euforia.
Los vítores y las porras iban jalando al vehículo del Papa quien con la piel requemada saludaba lanzando bendiciones y sonrisas. Él no se imaginaba que su visita a México iba a ser tan cansada y tan agotadora. Juan Pablo II se sintió aprisionado por el pueblo y abochornado con tanto cariño.
Correspondió de la misma manera: bajo el sol ardiente, sonreía; bajo la lluvia poca o intensa, sonreía; bajo el peso del cansancio, sonreía, siempre sonreía. Sus sermones cumplían con su cometido pastoral. Él les daba un tono paternal y amable.
Pero esa relación de pueblo y pastor no fué suficiente a pesar de la forma inusitada en que se daba, la amistad crecía, el trato era cada vez más abierto y profundo. El pueblo inventaba porras, unos le daban sereneta y él, a pesar de su cansancio, salía al balcón sumamente complacido.
Una mejor relación entre pueblo y un líder no se ha dado en la historia. Hubo más visitas del Papa a México, fueron cinco y todas tuvieron el mismo matíz. El se considero mejicano, el pueblo lo consideró propio.
Actualmente estamos viendo otro peregrinar del Papa por una parte de la República. Vendrán a Celaya (el 11 de diciembre del año en curso) las reliquias del Beato Juan Pablo II. El pueblo las estan recibiendo igual que a su persona y ahora con veneración para el amigo, con gran respeto y admiración para el que fué su guía y que nos amó tanto como el pueblo de México lo amó y lo seguirá amando.
¡Así Sea!
Rodolfo Ruíz Silva.