miércoles, 29 de febrero de 2012

DESDE MI TEJADO

DESDE MI TEJADO
Por Iñaki López R.
Una crítica hecha por un supuesto gato, que ve la actuación de los humanos, sobre varios temas de actualidad.
En la época postrevolucionaria había , grupos de guerrilleros que azotaron a la población, pululaban por todo el territorio, asaltaban pueblos y haciendas, haciéndose de toda clase de bienes, especialmente de aquellas monedas de oro y plata que circulaban.
Infinidad de veces, los asaltos en la ciudad lo hacían individuos muy bien vestidos, por lo que la gente decía: "Un señor muy decente me asalto al regresar de la plaza".
Cuando aún no se combatía la delincuencia, la gente decía: "Nos estamos enladronando", porque los asaltos ocurrían a todas horas del día y en cualquier lugar, aún dentro de los templos.
¿A cien años de distancia se repiten los hechos? Miau.
Ante Dios, las imágenes de los Santos, los templos, la Bandera, las personas mayores y a las mujeres, ya no digamos en la época prerrevolucionaria sino hace tan solo cincuenta años, se les tenía un especial respeto, ante ellos, se quitaban los hombres el sombrero.
Hoy que tenemos la facilidad de realizar procesiones, ya no solo en los atrios de los templos, sino aún en las calles, la gente que se dice católica, permanece sentada indiferente al acto, platicando y con la cabeza cubierta, cuando antaño, hasta se ponían de rodillas, ahora se considera una acto motivo de mofa el realizarlo. Miau.
En lo más profundo de nuestro ser, en las células, están los factores que hacen que nos parezcamos a la familia del padre o de la madre, los cromosomas; los famosos factores hereditarios.
Estas pequeñísimas partículas de las células, no solo determinan los factores del aspecto de los parientes, son a la vez, las instrucciones para la formación de cada órgano, sino que también determinan el sexo; unos son XX, este par determina la mujer y el otro XY, que determina al varón.
Por eso la determinación está dada desde el momento de la concepción, o sea el momento en que se unen en una sola célula, la masculina con la femenina, constituyendo una persona humana en potencia diría Aristóteles, el filósofo griego, Padre de la Lógica Científica. Por lo tanto, "o semos o no semos y si no pa´que nos hacemos", dicen en el rancho.
Siempre que nos ponemos contra los planes de Dios, dentro de la Naturaleza, por Él creada, contra sus leyes, estas se nos echan encima, es lo que mucha gente dice: Dios te castiga. Miau.

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