miércoles, 8 de febrero de 2012

¿VAMOS AL CINE?

¿VAMOS AL CINE O VEMOS UNA PELÍCULA POR TV O POR INTERNET?
Dr. Francisco Sánchez Hernández.
Esta pregunta frecuentemente nos hacemos en ciudades con escaso entretenimiento como Celaya, Gto., tanto los viernes juveniles como los domingos familiares. Aquí una recomendación también para con los niños para estimular un pensamiento creativo, a tener conocimiento de causa de las cosas que ven y oyen.
El Beato Juan Pablo II decía: "El cine constituye un medio fascinante para transmitir extraordinarias maravillas. Al mismo tiempo, puede transformarse en un lenguaje fuerte y eficaz para censurar la violencia y los atropellos. Así, el cine enseña y denuncia, conserva la memoria del pasado, se convierte en conciencia viva del presente e impulsa la búsqueda de un futuro mejor...Pero al mismo tiempo, tentado a considerarse a sí mismo como fin, el cine ha llegado a veces a perder el contacto con la realidad y con los valores positivos de la vida. ¡Cuántas veces las imágenes envilecen al ser humano, desfigurando y anulando su humanidad, y convirtiéndolo en vehículo de degradación más que de crecimiento!
El cine se ha convertido en todo el mundo en un lugar cultural: un lugar donde se nos proponen valores (virtudes) universales. Para los que creemos en Dios el cine se ofrece como espejo, ventana, interrogación, soplo, donde el mismo Espíritu de Dios está presente y comunicándose.
Te ofrezco una guía pedagógica de cuestiones para pensar y responder (lo puedes hacer por escrito y también en grupo) después de haber visto una película:
1.-¿Qué pensamientos, sentimientos y emociones se han presentado?
2.-¿A qué me he sentido movido?
3.-¿Esto que he sentido en mi interior va de acuerdo con mis creencias?
4.-¿La película me hace crecer como ser humano?
5.-¿Me reta a responder con mas sinceridad, valor, amor, generosidad, en mi propio contexto de vida?
6.-¿La película  logra sacar algo bueno, alimento, para mi espíritu (recordar que somos cuerpo y espíritu)?
7.-¿La película me confirma en mi fe cristiana?
8.-¿Hubo momentos de la película en que sentí que el Señor me decía algo, en que me vi en diálogo con Dios? ¿Qué era eso?, ¿a qué me invitaba? ¿Con qué sentimientos lo experimenté: paz, alegría, ánimo, o al contrario, duda, temor, desánimo?
Por el cine, pues, nos acercamos de modo privilegiado a lo que nuestros contemporáneos sienten, quieren, piensan, valoran, creen, esperan, aman; a lo que los inspira, los motiva, les da sentido, los hace vivir. Con ellos aprendemos, nos hacemos más sensibles a situaciones de la vida, nos abrimos a otras comprensiones, seguimos buscando, encontramos valores, virtudes teologales y respuestas. ¡Encontramos también a Dios!, el misterio trascendente de nuestra existencia y, a la vez, el Dios tan cercano y compasivo que se nos revela en la vida de la gente.

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