martes, 29 de mayo de 2012

LOS CAMINOS DE DIOS

LOS CAMINOS DE DIOS
Por Dr. Francisco Sánchez Hernández.
En dias pasados fuí a ver la película "La Cristiada" y haciendo un ejercicio para aprovechar la espiritualidad del cine, me pregunte: ¿La película me confirma y me promueve en mis personales convicciones, valores, esperanzas, fe?
El argumento del filme, ya conocido por muchos, trata del movimiento católico realizado de 1926 a 1929 (primer movimiento ya que años después hubo un segundo movimiento) por los mexicanos para defender su fe (la realización del culto y la administración de los sacramentos), por las leyes dictadas por el entonces presidente de la República Plutarco Elías Calles que los prohibían.
El nombrado Jefe Supremo de los cristeros, el General Enrique Gorostieta /personificado por el actor cubano Andy García), perteneciente a una familia de Monterrey, descendiente de un héroe de la guerra de la Independencia hecha por los españoles contra los franceses, había sido un brillante oficial del ejercito porfirista.Cadete del ejercito militar de Chapultepec, notable artillero, después de una permanencia en los Estados Unidos llegó rapidamente al grado de general, ganando sus galones en campaña contra Orozco y contra Zapata. Participó en la defensa de Veracruz contra loa norteamericanos. Era un brillante soldado, notable por su fuerza física y su calidad intelectual.Cuando fue nombrado Jefe Supremo del movimiento cristero se encontraba dirigiendo su fabrica de jabón.Asqueado de su trabajo , y detestando el régimen imperante, comentaba con simpatía la resistencia de los cristeros, a los cuales nada parecía que debía acercarle.
Gorostieta, hombre del norte, era un liberal dentro de la tradición del siglo XIX, de Juárez a Porfirio Díaz; se ha dicho de él que era masón, e incluso grado 33. Esto no está demostrado, pero su indiferencia religiosa y su hostilidad a la Iglesia no pueden ponerse en duda, en la fecha de 1927.
La Liga de los cristeros fué a buscar a este hombre, en la fuerza de la edad, como mercenario, por 3000 pesos oro al mes y la suscripción de un seguro de vida de 20 000 pesos pagadero (y pagado en 1929) a su mujer.
Escribía Gorostieta en una carta a la prelados en 1929 su convicción por defender las libertades en general del mexicano, en particular la de la practica de la religión escogida. Durante su guerra de guerrilas fue conviviendo y observando la entrega, el esfuerzo y la valentía de los cristeros en el combate, determinada por su fe cristiana a tal grado que llego a exclamar que jamás se había sentido tan orgulloso y motivado por sus tropas.
En la película, novela visual del director, nos plasma su conversión y demanda de la confesión y absolución de sus pecados antes de morir en una acción secundaria.
Todos estos hechos nos hablan de los caminos que toma Dios para promovernos y confirmarnos en nuestra fe, que debemos estar alertas para sus señales, para sus designios, y así unirnos a sus planes, a su proyecto de la creación, teniendo la esperanza que es para nuestro bien, para nuestra familia y para nuestro país.




  

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